Cada vez está más de moda pero, ¿sabemos realmente qué es y para qué se usa la aromaterapia?
Ese olor a la casa del pueblo, a la pastelería de cuando eras pequeñ@, a la cocina de los abuelos los domingos a mediodía... ¿Recuerdas todos esos olores?
El olfato tiene el superpoder de transportarte y de cambiar tu humor. Los receptores de la nariz transportan los olores al área del cerebro que está conectada con el instinto, el humor y las emociones. Por eso, cuando sentimos un olor conocido aparece una reacción u otra.
Hace siglos que la aromaterapia se usa con distintos fines: para masajear, en los baños, como medicina e incluso para embalsamar cuerpos.
Aunque de momento ningún estudio revela que pueda curar enfermedades graves, sí parece que tiene un efecto beneficios en dolencias menores, problemas relacionados con el estrés, el síndrome premenstrual, dolores digestivos, problemas cutáneos, etc. En la aromaterapia se usan aceites esenciales como el de árbol de té, que tiene múltiples cualidades.
Actualmente la aromaterapia ha llegado hasta los hogares y puedes beneficiarte de ella con un difusor de anillos de lámpara o eléctrico en cualquier estancia. Asegúrate de elegir un aceite esencial natural y de buena calidad. Dependiendo de cual sea el efecto que deseas obtener, estos son los usos más frecuentes de los aceites esenciales populares:
- Relajantes:lavanda, hazmín, manzanilla, nerolí, mandarina, naranja...
- Revitalizantes: limón, semilla de pomelo, canela, vainilla, romero...
- Estimulantes: menta y eucalipto que, además, ayudan a descongestionar la nariz.
No olvides que aunque sean productos naturales, hay que usarlos con cuidado y siguiendo las recomendaciones del fabricante, ya que pueden tener efectos no deseados como irritación de las mucosas.
*Fuente: Sanitas
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